10 filmes fundamentales de Luis Buñuel

10 filmes fundamentales de Luis Buñuel

Por | 13 de junio de 2016

Sección: Historia(s)

Temas:

No será el miedo a la locura lo que nos obligue a bajar la bandera de la imaginación.

André Breton

 

Aunque Buñuel nació en Calanda, en 1900, lo mejor de su cine ocurrió en México. Con Los olvidados no sólo produjo una obra crítica que disecciona los malestares de la Ciudad de México –que crecía a pasos agigantados en la década de los cincuenta– sino que también proyectó una estética que marcó el cine nacional durante la segunda mitad del siglo XX. Desde las imágenes en movimiento exploró temas religiosos y políticos a menudo relacionándolos con pasajes fantásticos y surrealistas. En 1973 ganó el Óscar a mejor película extranjera por El discreto encanto de la burguesía. Sin embargo, sus alcances estéticos y narrativos no pueden restringirse a los premios que obtuvo, sino a la trascendencia de sus ideas.

 

Un perro andaluz (Un chien andalou, 1929)

01 perro andaluz

La idea de este cortometraje de 20 minutos surgió de una conversación entre Luis Buñuel y Salvador Dalí en la que hablaron de sus sueños. El resultado: un cúmulo de imágenes sin sentido aparente, que exploran el inconsciente de dos maestros vanguardistas. Entre ellas una de las escenas más emblemáticas de la disciplina, donde un hombre corta el ojo de una joven como una nube que atraviesa la luna. Un momento fundamental del movimiento surrealista fílmico que le otorgó a Buñuel un lugar entre los artistas de su época. Un filme que contraviene la racionalidad. El arte por el arte.

 

Los olvidados (1950)

Olvidados, Los (1950) aka The Young and the Damned Directed by Luis BuÒuel

Un historia de la miseria que se vive en las grandes ciudades que aparentan riqueza. Ambientada en la Ciudad de México, la cinta muestra la trágica vida de los niños de barrios marginales. El Jaibo (Roberto Cobo) y su pandilla se enfrentan al abandono, el hambre, la delincuencia y la ley del más fuerte. La película dibuja un paisaje de la pobreza, donde los personajes son víctimas y responsables de su situación. Los olvidados retrata cruelmente la desesperanza a través de una fotografía, paradójicamente, de gran belleza. Ganó el Ariel al mejor argumento en 1951.

 

Él (1952)

Captura de pantalla 2016-06-13 a las 1.30.14 PM

Basada en la novela homónima de Mercedes Pinto, esta cinta cuenta la historia de Francisco Galván (Arturo de Córdova), un hombre que cumple con las características ideales para las mujeres de su época: bien parecido, religioso, con clase y de buena familia. En una de sus visitas a la iglesia, se enamora de Gloria (Delia Garcés), una bella joven a quien corteja a pesar de ser novia de un amigo suyo. Pero la verdadera historia comienza cuando el protagonista descubre los celos y su personalidad se transforma hasta el paroxismo. Un filme tan asombrosamente construido que el propio Lacan lo consideró como el ejemplo ideal para representar esta patología.

 

Nazarín (1958)

Captura de pantalla 2016-06-13 a las 1.30.24 PM

El pasado religioso de Buñuel y su presente como no creyente se ven plasmados en esta cinta basada en la novela homónima de Benito Pérez Galdós. Para curas como Nazarín (Francisco Rabal), la humildad es el valor más importante de la religión cristiana. Fiel a sus ideales, convive con los más necesitados del mesón de Chanfa, a quienes socorre siempre que necesitan su apoyo. Sin embargo, su visión de la vida es cuestionada cuando protege a una prostituta (Marga López) y se ve inmerso en una serie de conflictos donde ser buena persona no es suficiente. Esta cinta retoma los temas con mayor presencia en el cine de su época. Además, presenta un argumento donde cada personaje juega un papel crucial. Como cada película de Buñuel, Nazarín es un largometraje contundente y con una importante crítica a las costumbres mexicanas en particular, pero también, en términos más amplios, al tipo de catolicismo que los españoles extendieron por América y que conforma un rasgo fundamental del mundo hipánico.

 

El ángel exterminador (1961)

angel exterminador

A la cena en la mansión de los Nóbile únicamente están invitados los burgueses más distinguidos. La fiesta es exquisita y el comportamiento de los asistentes impecable. Sin embargo, la celebración se torna infinita cuando algo inexplicable les impide abandonar el lugar. Entonces, los invitados sufren desesperación y se comportan de una forma radicalmente distinta. Buñuel utiliza el montaje de forma brillante para provocar una atmósfera inquietante donde los personajes deambulan entre la locura y la estabilidad. Una película con múltiples lecturas políticas, sociales y económicas.

 

Viridiana (1962)

viridiana

Una obra de arte subversiva y controvertida, una fuerte crítica a la moral religiosa que cuestiona el lugar de cada ser humano en el “Reino de Dios». Viridiana (Silvia Pinal) está por tomar los hábitos, pero, antes de ello, decide salir del convento para visitar a su tío (Fernando Rey). Él se enamora de ella y hace todo lo posible para retenerla. Al fracasar, se suicida. Este suceso marca la vida de la joven, que abandona el noviciado y ayuda a los más necesitados fuera de la labor religiosa. Viridiana confía en la naturaleza humana y debe asumir las consecuencias cuando la pobreza, malagradecida, le da la espalda. Todo ello, a través de planos extraordinarios. Obtuvo la Palma de Oro en el Festival de Cannes en 1961.

 

Simón del desierto (1964)

simon desierto

Esta cinta fue la última que Buñuel dirigió en México. La historia tiene fundamento en la leyenda del anacoreta (y santo) Simeón el Estilita, aquí encarnado por el milagroso Simón (Claudio Brook), que ha vivido seis años en lo alto de una columna, alejado de los placeres mundanos. Sin embargo, su penitencia no es fácil, ya que debe enfrentarse a las tentaciones del demonio bajo la forma de una mujer seductora (Silvia Pinal). Ni los rezos ni los sacrificios bastan para evitar que el diablo lo lleve al bajo mundo del placer humano. El proyecto originalmente iba estar conformado por tres historias, una de las cuales sería dirigida por Federico Fellini. No obstante, algunas diferencias impidieron su culminación. A pesar de ello, este mediometraje es una muestra del talento de Buñuel. Destacan la belleza de los escenarios inesperados, así como el extraordinario manejo de la cámara.

 

Bella de día (Belle de jour, 1966)

Collection Christophel

Séverine (Catherine Deneuve) es una hermosa joven con una vida envidiable: casada con un cirujano y sostenida en los pilares de la estabilidad económica. Pero la cotidianidad le parece aburrida e insoportable. Esto cambia drásticamente cuando descubre la prostitución y decide aventurarse en una doble vida. Su cuerpo se convierte en un instrumento para las distintas manifestaciones del amor. Esta película consigue una sintonía precisa entre placer y erotismo, siendo la fantasía y los deseos del inconsciente un aspecto fundamental del cine de Buñuel. El cineasta explora la sexualidad desde una perspectiva poco vista en otras producciones de su género. Su calidad estética le otorgó el León de Oro en el Festival de Venecia.

 

El fantasma de la libertad (Le fantôme de la liberté1974)

el fantasma

Un espectro que simboliza la libertad recorre distintos episodios de la humanidad. Retomando la estructura de Un perro andaluz, este largometraje se permite juegos metadiegéticos y saltos espaciotemporales inesperados. Las historias exploran distintas aristas y dimensiones del concepto libertad, yendo de lo abstracto a lo paradójico. ¿Cuándo es libre el ser humano? Buñuel encuentra la respuesta en el cine, mientras que cada uno de los escenarios proyectados en la pantalla se convierten en laberintos de la memoria. En palabras del cineasta, el azar gobierna cada minuto de esta producción.

 

Ese oscuro objeto del deseo (Cet obscur objet du désir, 1977)

oscuro

La última película de Luis Buñuel también fue una de las más escandalosas de su trayectoria. Mathieu Faber (Fernando Rey) vive atormentado por un deseo jamás cumplido: su historia de amor no correspondido con Conchita (Carole Bouquet y Ángela Molina). El deseo se intensifica hasta la frustración. Esta cinta rompe con los cánones sociales de la sexualidad, a través de una espléndida estructura narrativa. Un filme que resume a la perfección el cine de Buñuel, que fusiona maravillosamente el surrealismo con la racionalidad.