10 filmes fundamentales de Martin Scorsese
Por Icónica | 16 de mayo de 2016
Sección: Historia(s)
Directores: Martin Scorsese
Temas: El último valsGoodfellasItalianamericanLa invención de Hugo CabretMartin ScorseseNo Direction Home: Bob DylanTaxi DriverToro salvaje
Cuando hablamos de Martin Scorsese nombramos a uno de los grandes directores del cine de Estados Unidos. Nacido en Nueva York en 1942, ha dado a conocer 23 largometrajes de ficción y 14 documentales, entre los que se encuentran algunos títulos que se han convertido en verdaderos referentes de la disciplina. Sus películas son un recuerdo del mejor cine de Hollywood: entre sus cintas pueden mencionarse títulos arriesgados y experimentales, pero también súper producciones clásicas y sólidas realizadas a través de fotografías y diseños sencillamente espectaculares. Ganó en 1976 y 1986 la Palma de Oro por Taxi Driver y Después de hora, respectivamente. Sorprendentemente, solamente ha recibido un Óscar como mejor director, en 2006, por Los infiltrados.
Italianamerican (1974)
Su tercer documental es una película casera que retrata a sus padres, Catherine y Charles Scorsese, mientras narran historias relacionadas con los inmigrantes sicilianos a Estados Unidos y todo lo que gira en torno al tema: la cultura, la gastronomía o los usos lingüísticos. La atmósfera del filme es íntima pero nunca opresiva. El cineasta permite que sus protagonistas desarrollen los temas de su preferencia el tiempo necesario –como su madre, que explica detalladamente la manera en que aprendió a cocinar. Este relato es una búsqueda personal no sólo temática sino también estética. Un primer intento para construir su autobiografía. La visión íntima de una de las miradas más profundas del cine de la segunda mitad del sigo XX.
Taxi Driver (1976)
Hablamos de la película más conocida de Scorsese y, probablemente, la que le dio el respeto de la industria, la crítica y el público de forma unánime. Travis (interpretado por un magnífico Robert De Niro) es un excombatiente de la Guerra de Vietnam que sufre de insomnio. Por ello, transita por las calles de Nueva York manejando un taxi durante las noches. El desencanto político y su poca habilidad para establecer relaciones personales, provocan que intente salvar a una joven prostituta (encarnada por Jodie Foster) como si regresara al campo de batalla. Este filme es un retrato implacable de la soledad y la violencia. Los recursos visuales -la cámara al hombro, el montaje violento, la tensa calma que se desarrolla en esta trama que parece ir sin un rumbo establecido-, así como el guión y la música compuesta por Bernard Herrmann construyen un relato poderosísimo que retrata inquietantemente una parte de la sociedad norteamericana.
El último vals (The Last Waltz, 1978)
Para Martin Scorsese un buen documental recae en dos aristas principales: la calidad de las entrevistas y el material que revele los momentos más espontáneos de los personajes principales. Esta cinta –que intercala imágenes del concierto de despedida de The Band con momentos íntimos de sus integrantes– tiene ambas. Con la participación de artistas como Bob Dylan, Neil Young, Joni Mitchell, Van Morrison, Eric Clapton y Ringo Starr, El último vals es un testimonio imperdible en la historia del rock, uno de los temas que han perseguido al director estadounidense durante toda su carrera.
Toro salvaje (Raging Bull, 1980)
Basado en la autobiografía homónima del Jake LaMotta, este filme protagonizado por Robert De Niro es un retrato de un personaje con tintes oscuros e innegablemente violentos que, al mismo tiempo, proyecta una de las épocas más interesantes de la sociedad estadounidense. Toro salvaje recurre a saltos temporales para construir un relato magnífico, uno de los puntos más altos en la carrera del director. La cuidadosa fotografía en blanco y negro (a cargo de Michael Chapman), así como el guión (Paul Schrader, Mardik Martin, Scorsese y De Niro) y las estupendas actuaciones (entre las que destacan las de Cathy Moriarty, esposa de LaMotta, y Joe Pesci, amigo del boxeador), hacen que esta película no sólo sea el retrato de un deportista controversial sino también el análisis psicológico de un ser complejo, enigmático y, dentro del ring, absolutamente genial.
Después de hora (After Hours, 1985)
Un programador de computadoras (Griffin Dunne) decide salir en búsqueda de Marcy (Rosanna Arquette) durante la noche. En su travesía se encuentra con personajes excéntricos de todo tipo de la escena neoyorquina: artistas, meseras, ladrones… La estructura narrativa de este filme está acompasada a la deriva del personaje principal, que en ocasiones actúa desesperadamente sin objetivo alguno. Una de las cintas formalmente más arriesgadas de Scorsese que basa su contundencia en escenarios oscuros e inquietantes, así como en la complejidad psicológica del protagonista.
La última tentación de Cristo (The Last Temptation of Christ, 1988)
La última tentación de Cristo está basada en la también controversial novela homónima de Nikos Kazantzakis. El personaje principal, interpretado por Willem Dafoe, es un redentor alejado de las míticas caracterizaciones religiosas que, por el contrario, expresa dudas y miedos que lo alejan de su efigie inmaculada. (Por ello, durante mucho tiempo este filme no tuvo permiso de exhibirse en las salas comerciales de muchos países.) Scorsese expone magníficamente los conflictos internos y los deseos de Cristo. El soundtrack, tan inquietante como la cinta, fue compuesto por Peter Gabriel e interpretado en colaboración con artistas de todo el mundo.
Buenos muchachos (Goodfellas, 1990)
Una de las historias de gángsters de referencia que dotó al género de sofisticación formal. Basada en la historia de Henry Hill (investigada y narrada en el libro Wiseguy de Nicholas Pileggi), Scorsese retrata el ascenso de un joven (Ray Liotta) en el entorno criminal, acompañado por dos fieles amigos interpretados por Joe Pesci y Robert De Niro. Buena parte de la estética que posteriormente fue retomada por otras películas o por series de televisión como Los Soprano, proviene de esta cinta que no sólo retrata un momento cumbre de la cultura y la historia estadounidenses, sino que también sentó las bases narrativas que el género de gángsters tomaría a finales de siglo XX. El soundtrack incluye temas de artistas como Tony Bennett, Aretha Franklin y Cream.
El aviador (The Aviator, 2004)
La historia es conocida: Howard Hughes, aviador, empresario, productor y millonario texano, es un personaje obsesivo y complejo. El director neoyorquino retrata la vida de una figura excéntrica, al tiempo que exhibe su soledad y decadencia. Pero con este filme consigue algo quizá más importante: capturar un fragmento de la historia del cine estadounidense fundamental para entender el presente de la industria. La fotografía (Robert Richardson) de esta película es impresionante. Y sus actuaciones son igualmente formidables (destacan las de Leonardo DiCaprio y Cate Blanchett). Un retrato enigmático que demuestra que la genialidad muchas veces está acompañada de la locura.
No Direction Home: Bob Dylan (2005)
Para Scorsese Bob Dylan es un personaje que pertenece a la misma línea de Jake LaMotta o Howard Hughes: fascinante, ensimismado, profundo e incomprensible. Este filme con material inédito que deambula entre lo documental y lo ficcional está enfocado en los primeros años como músico del compositor de «The Times They Are A-Changin'». Gracias a las habilidades de Scorsese para entrevistar a sus personajes, la conversación con Dylan y sus colaboradores se convierte en una revisión nostálgica y emocional. Un testimonio de que la música también puede ser abordada por las imágenes en movimiento.
La invención de Hugo Cabret (Hugo, 2011)
Un verdadero homenaje al cine y sus orígenes. Más que un relato para niños, La invención de Hugo Cabret es un laboratorio de experimentación donde el 3D es el protagonista. ¿Qué nos quiere decir Scorsese luego de haber trabajado con esta tecnología? Al igual que Jean-Luc Godard o Werner Herzog, el autor de Taxi Driver parece encontrar en el 3D una manera distinta de representar la realidad y, en ese sentido, una herramienta para transformar la disciplina. La adaptación del libro homónimo escrito por Brian Selznick se concentra en la mirada de Hugo, un niño de doce años que se relaciona con Georges Méliès, uno de los nombres fundamentales de los inicios del cine.
Entradas relacionadas
Paul Leduc y su cine subversivo
Por Sandra Díaz
18 de junio de 2024Historia del cine centroamericano: Guerra, décadas de 1970 y 80
Por Icónica
21 de mayo de 2024Un Steppenwolf mexicano: Preludio en 3 de Ignacio Merino Lanzilotti
Por Daniel Escoto
18 de abril de 2024Historia del cine centroamericano: Varios inicios, 1924-1969
Por Icónica
3 de octubre de 2023