El acorazado Potiomkin (Bronenosets Potiomkin, 1925)

Uno de los filmes fundamentales en la historia del cine. De carácter propagandístico, narra la historia de la rebelión de los marineros oprimidos del acorazado Potiomkin. El montaje juega un papel muy importante: a través de una yuxtaposición perfectamente calculada de distintos cuadros, el cineasta pretendía causar un impacto en el espectador. Lleno de metáforas visuales y con una composición sumamente rítmica, este filme es considerado como uno de los grandes momentos en el quehacer cinematográfico y punto de referencia para cineastas y espectadores posteriores.

Octubre (Oktiábr, 1928)

También de carácter propagandístico, está basado en el libro de John Reed, Diez días que estremecieron al mundo, y relata lo sucedido en 1917, durante la Revolución bolchevique. A partir de esta crónica periodística, Eisenstein traslada el carácter panorámico del texto y presenta una historia sin protagonistas, una mirada a la mayor cantidad posible de involucrados en el movimiento. Otro gran ejemplo de las ideas del montaje como medio para enlazar imágenes subsecuentes y suscitar la generación de ideas.

Alejandro Nevski (Aleksandr Nevski, 1938)

En este caso, el relato está enfocado en un protagonista (Alejandro Nevski, príncipe que defendió Rusia del ataque teutónico) pero atiende una situación más grande –en los filmes anteriores, respondiendo a su visión comunista, el cineasta ofrecía una vista panorámica de las situaciones sin prestar atención a personajes específicos. Con este filme, Eisenstein hizo la transición del cine mudo al sonoro, lo cual exigió cambios en su propuesta formal –principalmente, en términos de montaje: al incorporar sonido debió ensayar modos distintos de yuxtaponer las imágenes. Sin embargo, la puesta en escena está minuciosamente planeada. La secuencia de la batalla en la nieve es uno de los momentos cumbre en la obra de este cineasta.

Su teoría

El quehacer cinematográfico de Eisenstein siempre estuvo regido por sus propias reflexiones alrededor de la naturaleza de las imágenes y el efecto que pueden tener frente al espectador. Con énfasis particular en los alcances del montaje, el cineasta se dedicó a escribir una serie de textos desglosando su propio trabajo y expresando sus ideas respecto a la realización. Una parte importante de estos escritos está recopilada en El sentido del cine.