La sal de la Tierra
Por Gustavo E. Ramírez Carrasco | 1 de enero de 2015
Sección: Crítica
Temas: Juliano Ribero SalgadoJuliano SalgadoLa sal de la TierraO Sal da TerraSebastião SalgadoWin Wenders
Los documentales sobre fotografía documental son productos más o menos comunes. Como las películas testimoniales de rockeros o artistas, se han vuelto casi un subgénero en la modalidad hoy prácticamente inabarcable de la no ficción en el cine. Tal vez el interés en los fotoperiodistas de guerra o viajes y su trabajo provenga de una fascinación romántica al estilo siglo XIX, que aún en tiempos del internet cautiva nuestra imaginación y curiosidad por el mundo. Tal vez, también, las películas (últimamente más “autorales” y menos “televisivas” en su forma y punto de vista) que abordan su obra sean una derivación de la forma National Geographic que todavía señorea sobre la concepción popular del cine documental. De cualquier manera, fotógrafos como Robert Capa y Gerda Taro (La maleta mexicana, Trisha Ziff, 2011; entre muchas otras) y James Nachtwey (War Photographer, Christian Frei, 2003), por mencionar unos ejemplos, han sido objeto de interesantes documentales.
Al igual que Diario de Francia (Journal de France, 2012), la emotiva película que Claudine Nougaret hizo sobre su esposo, Raymond Depardon, La sal de la Tierra (O Sal da Terra, 2014) se enfoca en la biografía de un fotoperiodista social: el brasileño Sebastião Salgado, radicado en Francia para trabajar con agencias internacionales como Magnum, estrella de editoriales de arte como Taschen y autor de algunas de las más famosas fotos sobre la quema de campos petroleros en Kuwait o las crisis en los campos de refugiados durante las guerras étnicas en África. Si bien, el nombre que destaca en los créditos es el de Wim Wenders (Düsseldorf, 1945), como codirector (en realidad más un productor), la película está hecha por el hijo de Salgado, Juliano (París, 1974), documentalista, quien hace una revisión emotiva del trabajo de su padre a partir de una lectura que combina sus celebradas imágenes en alto contraste con fotografías y testimonios familiares.
Convencionalismos aparte (música atmosférica para acentuar el drama, un guion que glorifica en exceso la figura de Salgado), La sal de la Tierra conjunta un impresionante mosaico de imágenes. No importa si son testimonios a cuadro, imágenes actuales del campo o materiales de archivo. Todas celebran la (todavía) potencia de la imagen fotográfica en su disección del mundo “real”.
Este texto se publicó originalmente en la primera etapa de Icónica (número 11, invierno 2014-15, p. 45) y se reproduce con autorización de la Cineteca Nacional.
Gustavo E. Ramírez Carrasco es editor en el Departamento de Publicaciones y Medios de la Cineteca Nacional. Contribuyó con un estudio sobre la obra de Pedro González Rubio al libro Reflexiones sobre cine mexicano contemporáneo: Documental (2014). @gustavorami_
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