La montaña: Arrojar una semilla, esparcirla
Por Ofelia Ladrón de Guevara | 24 de octubre de 2023
Sección: Crítica
«Ellos vinieron a invadir nuestras tierras. Pues ahora nosotros vamos, pero no a saquear lo que hay ahí, sino que vamos a ir a sembrar», señala uno de los siete tripulantes zapatistas del velero que el 2 de mayo de 2021 inició su travesía a través del Atlántico, de Isla Mujeres, Quintana Roo, hacia Vigo, en Galicia. Un viaje en el que no sólo la dirección es inversa a la de 1492, sino también los motivos. Sembrar es, también, propagar, divulgar, difundir. Arrojar y esparcir una semilla para que germine. Siguiendo esta travesía del Escuadrón 421 del EZLN, el documental La montaña (Diego Enrique Osorno, 2023), da cuenta de este propósito siendo, a su vez, testigo de la bitácora de viaje de los tripulantes como de las raíces (el impulso) que motivan su viaje.
Internarse en mar abierto. Abandonar lo que se conoce. Hacerse a la mar. La Travesía por La Vida es un desplazamiento que muestra que existe otra forma de construir lo político. Lo colectivo, pese a tratarse de un propósito en común (compartido), deja aparecer a la diversidad. En la sesión de preguntas y respuestas de la película, durante el Festival Internacional de Cine de Morelia (2023), un asistente preguntó a María Secco (Montevideo, 1976), la directora de fotografía del documental, cómo vivieron detrás de cámara la ruptura de la vela, ya que, dentro del filme, da la sensación de estar todo bajo control. Ella respondió que, tanto en ese caso como en otras dificultades que se presentaron, lo que hizo, quizá, que la cámara las retratara de forma distinta, no fue su acercamiento, sino la relación existente entre los tripulantes.
A través de lo que los integrantes del Escuadrón 421 comparten, no sólo se construye una atmósfera de escucha, sino también de la posibilidad de un camino que es muchos. Una semilla: el zapatismo como un referente de imaginación política y afectiva que sólo se sostiene mediante «una escucha rebelde como brújula política, cada quien a su tiempo y a su modo». Las conversaciones que comparten los tripulantes entre sí, sus preguntas e inquietudes y, quizá más importante aún, las divergencias convierten a este viaje físico en uno interior. Hacerse a la mar para escuchar cómo se tabalea y exhibe su estado caduco la organización política a través de partidos políticos, de homogeneizar las voces y limar las diferencias. Pensar por nosotros mismos el mundo en el que queremos vivir, ése es el destino al que el documental nos guía.
La cámara acompaña tiernamente esta interrogante. El cine como un espacio en el que es posible pensar otras formas de relacionarnos, de habitar nuestros territorios, en donde la vida, en lugar de cualquier otra ideología, vaya al centro. «El mundo que queremos es uno donde quepan muchos mundos. La patria que construimos es una donde quepan todos los pueblos y sus lenguas, que todos los pasos la caminen, que todos la rían, que la amanezcan todos», se lee en la Cuarta declaración de la Selva Lacandona del EZLN. La dignidad rebelde. El corazón olvidado de la patria. Ser semilla: un velero que, desde la libertad y la valentía, se hace a la mar.
Ofelia Ladrón de Guevara, parte del equipo de redacción de Icónica, estudió Antropología en la UNAM. Ha colaborado en medios como Punto de partida, Correspondencias y Girls at Films.
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