El palacio

El palacio

Por | 1 de julio de 2014

Sección: Crítica

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¿Documental o ficción? En Nicolás Pereda el género no importa. Presentado en el pasado Festival de Cine Internacional de la UNAM (FICUNAM), El palacio (2013) es un cortometraje a la vez político y estéticamente sobrio. Si en sus trabajos anteriores el director mexicano diserta sobre la representación cinematográfica, las puestas en abismo o la capacidad de los actores de poner en marcha situaciones que se debaten entre el lenguaje cinematográfico y el teatral, su entrega más reciente ofrece una vuelta de tuerca donde, sin dejar de lado objetivos formales, concentra su atención en propósitos de otra índole.

La cámara se mueve morosamente para capturar los colores y los sonidos de una zona rural. Los personajes son mujeres delgadas, gordas y morenas con una apariencia de una edad menor a la que dicen tener. Mediado el relato la voz de una de ellas le indica a una niña cómo tender una cama. Aunque aparentemente inocente, y en ciertos momentos humorístico, el acontecimiento se torna nostálgico y revelador.

Como si se tratara de la directora de un filme, Clemencia Alejo, que también apareció en Verano de Goliat (2010), dialoga desde detrás de la cámara con tres mucamas, cuyos rostros el espectador sí puede ver, que ensayan las respuestas de una entrevista laboral. A partir de entonces la cinta adquiere un matiz político sobre la realidad económica y social de nuestro país. ¿Cuántas de esas mujeres existen en México?, ¿por qué reciben salarios tan bajos por las labores que desempeñan?

En una especie de síntesis de la filmografía de Pereda (Ciudad de México, 1982), El palacio da un giro de 180 grados para brindar un cariz que, aunque se había manifestado con anterioridad en su trabajo, nunca lo había hecho con tal grado de protagonismo. En este sentido se vincula con los intereses del director alemán Harun Farocki, que a través del documental ha observado minuciosamente el comportamiento humano en escenarios laborales donde eventualmente un grupo de personas ejerce el poder y otro, sumiso, acata las órdenes [ver Icónica 8, pp. 16-19]. El director mexicano ha encontrado un rumbo diferente que con mucha probabilidad ofrecerá resultados sugestivos.

Este texto se publicó originalmente en la primera etapa de Icónica (número 9, verano 2014,  p. 48) y se reproduce con autorización de la Cineteca Nacional.


Abel Cervantes edita de Código. Es profesor en la UNAM. Colaboró con dos ensayos sobre Carlos Reygadas y Juan Carlos Rulfo en el díptico Reflexiones sobre cine mexicano contemporáneo: Ficción (2012) y Documental (2014).