Cassandro fotografiado por Annick Donkers.

Hicimos una breve selección de cuatro películas y un programa de Ambulante 2019 que nos parecieron formal y/o temáticamente relevantes. Esperamos que esta guía mínima los invite a explorar el festival.

Cassandro, el Exótico (Marie Losier, 2018)

El retrato que Marie Losier, documentalista francoamericana, hace del luchador Saúl Armendáriz, conocido en el cuadrilátero como Cassandro, es el testimonio de un ocaso. Vuelto sobre sí mismo, el luchador repasa su pasado y muestra sus cicatrices, que son a la vez signos de dolor y triunfo.

En un país donde la homofobia impregna varias manifestaciones de la cultura popular, seguir los pasos de un luchador que abiertamente se asume homosexual obliga a situarse en una zona de matices y contradicciones. Con este telón de fondo y sin resbalar en el maniqueísmo ni la victimización, la mirada de Losier es lo suficientemente honesta para que la vida a contrapelo de Cassandro sea una consecuencia natural de lo principal: la vitalidad con que defiende su existencia en un mundo decidido a hacerle daño.

Cassandro, el Exótico se preocupa por la singularidad de su protagonista. Con ello, Losier da un rostro humano a las luchas que cuestionan los valores establecidos y defienden una participación más abierta, diversa y justa en el escenario cultural.

Camorra (Francesco Patierno, 2018)

Hay problemas sociales que acaparan el interés público cuando estallan. Hasta que la violencia desborda los titulares se hace evidente que hay que ocuparse de un asunto al que antes se le dedicó poca atención. El problema es que para entonces lo fundamental ya ha sucedido. Mirar hacia atrás, reconstruir una narrativa de los hechos, sirve para recuperar el sentido original del problema en cuestión.

Camorra, dirigida por el italiano Francesco Patierno, teje la historia de la organización criminal homónima a partir de material de archivo y de una narración habilidosa. Patierno resalta con sagacidad los malestares sociales que propiciaron el crecimiento de la Camorra y el papel paliativo que esta organización desempeñó para mantener el statu quo de la política napolitana en una época de crisis.

Al mostrar que el crimen organizado nace de la desatención social hacia las clases más desfavorecidas, Patierno articula un horizonte desde dónde cuestionar y examinar la narrativa de este tipo de fenómenos. Por ello, su apuesta por una narrativa del pasado es también una apuesta por una política del presente.

Soles negros (Soleils noirs, Julien Elie, 2018)

El luto que ha cimbrado la vida colectiva de México la última década tiene un sabor difícil. Entre la desesperanza que produce la crueldad y la empatía que despierta el deseo de justicia, los afectos se debaten en un panorama que a veces se siente irreal. Hay contradicciones que se antojan insalvables. La incapacidad de desentrañar el entramado de violencia y desamparo que nos envuelve es inseparable de la constatación cotidiana de que éste es nuestro presente.

Soles negros se sitúa en esta difícil intersección y recorre un itinerario desgarrador, que al mismo tiempo asume el horror e insiste en la actividad de quienes, incansables, buscan la justicia. Con un estilo visual que evita el naturalismo para enfatizar la dimensión expresiva y casi onírica de la desolación, este documental encara de frente la angustia anímica que produce uno de los periodos más violentos en la historia de este país.

El sonar de las olas (Vanessa Ishel Ortega Castillo, 2018)

La adolescencia encarna una apertura al mundo que pocas veces se vuelve a repetir en la vida de un individuo. Cuando hay un futuro lleno de posibilidades, cada actividad que despierta el interés es una promesa y la rebeldía es la actitud natural hacia el entorno heredado. Lo que se presuponía ahora es puesto en duda. El mundo se suspende en una alegría ligera, receptiva e intensa. Atender al destello de espontaneidad que es la vida de un adolescente consiste en atestiguar la esperanzadora renovación del la vida humana.

En El sonar de las olas, Vanessa Ishel Ortega Castillo plasma la vida cotidiana de Élida, una adolescente que habita junto al mar en Acapulco. Breve, luminoso y musical, este cortometraje documental captura la intensidad propia de la adolescencia en un retrato conciso. Los desdoblamientos de Élida, su deambular por el surf, el violín y los amigos son el rumor esquivo que constituye el sentimiento difuso y sugerente de la juventud.

Edge of Alchemy (Stacey Steers, 2017)

Injerto 2019: Ópticas de ilusión.

Usualmente el ojo desempeña una función servil. Utilizamos la mirada para movernos por el mundo, ubicar objetos, seguir trayectorias, definir contornos. No reparamos mucho en su especificidad. Más allá de los índices cotidianos de referencia, el ojo es también la ventana a un universo propio, poblado de imágenes plásticas cuya realidad enrarecida apunta a una independencia del antropomorfismo.

Esta selección de cortometrajes experimentales aventura un viaje por territorios donde la mirada femenina imagina desde sí misma y sus posibilidades. Lo que para una consciencia clara es confusión, ilusiones y meras curiosidades, aquí se asume como una increpación desde la materia propia de la imagen. La desorientación multiplica la riqueza de las experiencias visuales. Al insistir en la dimensión indomada de la mirada, estos cortometrajes reparan en la dimensión oscura, orgánica y creativa donde la imagen sueña con su realidad más pura.

Redacción: Abraham Villa Figueroa.