The Rocket
Por Gustavo E. Ramírez Carrasco | 1 de enero de 2014
La puesta en escena de la vida corriente perfilada en una actualidad profunda, fue implementada y extendida por el neorrealismo, después por el cinéma vérité y más recientemente por un cine global híbrido donde los personajes –reales y en el terreno real– se interpretan a sí mismos siguiendo argumentos dramáticos más o menos controlados.
Aunque abundan los productos fallidos, en casi todos los casos de este cine, explotado por la producción independiente, la tesitura de las representaciones, insertadas en sus escenarios originales, resulta especialmente penetrante. Sus lazos con el documental son muy estrechos, y muchos relatos, emigrados y reconstituidos en la acción, provienen de experiencias documentales previas.
Este es el caso de The Rocket (2013), dirigida por el realizador australiano Kim Mordaunt en Laos, un país que como parte de la estrategia militar de Estados Unidos durante la ominosa guerra de Vietnam, fue profusamente bombardeado durante casi una década de hostilidades a gran escala. Basado en su documental de 2007 Bomb Harvest, en el que Mordaunt siguió a un especialista australiano, líder de un grupo de desactivación de bombas, el director pone en marcha una fascinante historia en torno a la sociedad local, sumergida en las consecuencias de una guerra no superada. Los actores de esta pieza prácticamente artesanal son los mismos habitantes de esas comunidades rodeadas de los artefactos potencialmente explosivos que los técnicos desactivan o de plano detonan bajo estrictas condiciones de seguridad.
Situado en la actualidad, como Bomb Harvest, The Rocket es una enérgica denuncia al imperialismo –el de hace 50 años y el de ahora también–, pero no sólo eso. Su argumento, que involucra a una pequeña familia evacuada de su localidad por el proyecto de una enorme presa y que tiene que luchar contra distintos elementos –incluida la detonación cotidiana y accidental de explosivos– para sobrevivir, oscila entre el melodrama, la representación etnográfica, el apego documental y la fantasía sin pretensiones disonantes; todo esto sin perder una sorprendente fluidez narrativa.
Este texto se publicó originalmente en la primera etapa de Icónica (número 7, invierno 2013-14, p. 51) y se reproduce con autorización de la Cineteca Nacional.
Gustavo E. Ramírez Carrasco es editor en el Departamento de Publicaciones y Medios de la Cineteca Nacional. @gustavorami_
Entradas relacionadas
Tan cerca de las nubes. Futbol contra el patriarcado
Por Gustavo E. Ramírez Carrasco
25 de abril de 2024La quimera de Alice Rohrwacher: El pasado presente
Por Diego Barboni
11 de abril de 2024Tres hermanos
Por Israel Ruiz ArreolaWachito
4 de abril de 2024Fuego interior: ¿El sueño de Herzog?
Por Gustavo E. Ramírez Carrasco
19 de marzo de 2024Donde duermen los pájaros
Por Israel Ruiz ArreolaWachito
12 de marzo de 2024Anatomía de una ficción: Anatomía de una caída
Por Emiliano Trujillo González
5 de marzo de 2024