Todo sobre el oso que violó a Leonardo DiCaprio
Por Abel Muñoz Hénonin | 7 de diciembre de 2015
Sección: Opinión
Hace unos días corría el rumor de que en un momento inédito para el cine mainstream e incluso para los exploitation slashers más brutales, más brutales que el título de exhibición de Revenant: El renacido (2015), la nueva película de Alejandro González Iñárritu, un oso ataca al personaje de Leonardo DiCaprio, le da la vuelta y lo penetra una y otra vez en lo que sin duda es un ataque físico tan explícito que redefine todo lo que los espectadores habíamos considerado violencia hasta este punto.¹ Pero, ¿qué horrores tendría que haber vivido un oso en su primera niñez para comportarse de ese modo?, y sobre todo, fuera de la narrativa, ¿qué entrenador podría haber controlado a una de esas fieras para que pudiera simular un ataque sexual y no optara por asesinar al actor y comerse sus sesos? ¿Será un oso animado? Como sea, después de casi una semana de que la nota amarillista y tramposa reproducida al inicio de este párrafo haya circulado y muerto, aún puede sorprender:
- que alguien siquiera haya considerado la posibilidad de que uno de nuestros predadores pudiera haber incurrido en una conducta humana y, además, perversa, incluso en una ficción, y por esa razón haya leído la nota, y
- que una nota amarillista y a todas luces falsa proveniente de Drudge Report, un medio falaz, generara tanto escándalo como para que un medio del espectáculo respetable –dentro de sus limitantes–, Entertainment Weekly, haya contactado al vocero de Fox para conseguir un desmentido.²
En cambio, no sorprende, que una lista incontable de medios en línea haya reproducido con velocidad portentosa tanto la información de Drudge Report como la de Entertainment Weekly con un remate sobre algo así como la curiosa sucesión de declaraciones y la fecha de estreno. Con la salida intentan, en general, darle un tono periodístico simulado a notas que tienen como único fin generar clics, y por lo tanto dinero, para los medios que las publican. Es pertinente temer que Entertainment Weekly haya sido, de hecho, el primer medio en utilizar la estrategia, aunque en su caso tengan la salvedad de haber realizado la entrevista al vocero –o vocera; en inglés se dice spokesperson– de Fox. Eso es, en realidad, todo sobre el oso que “violó” a Leonardo DiCaprio. Periodismo miserable, escrito en general por medios interesados en Kim Kardashian y los más guapos de Hollywood. Extraña, por ejemplo, que en el caso de México, algunos medios que algún día fueron serios, como Excélsior, hayan dedicado un espacio no reflexivo al asunto.³
En todo caso lo relevante se resume a dos temas: el escándalo y la banalidad de los medios en línea, que han demostrado que la palabra escrita es un vehículo perfecto para la demagogia y que la televisión no era el peor de nuestros enemigos.
El escándalo es un asunto aburrido al que todos le damos clic como una vez a la semana. Siempre hay un medio que reproduce o intenta disparar uno abierta o solapadamente, con la intención de que se comparta viralmente y le reditúe en lectores, shares y/o dinero. La particularidad del presente es que el escándalo sigue escandalizando a quienes están listos para escandalizarse, supongo que mojigatos morbosos, ahora que el Internet nos ha demostrado que el chisme de boca en boca tiene un avatar en el chisme compartido de timeline en timeline. Como decía, el asunto es aburrido. En todo caso, remite a la eternidad de la psique humana.
En cambio la banalidad de los medios en línea es un asunto de gran trascendencia. Sobre todo, porque muy a menudo es difícil distinguir medios serios de medios que no lo son, información comprobada o reflexionada de información que no lo es, etc. Recurriré a una entrevista con Umberto Eco, uno de los observadores más agudos de los medios de comunicación, para El País, un medio riguroso. Dice Eco:
Internet puede haber tomado el puesto del periodismo malo… Si sabes que estás leyendo un periódico como El País, La Repubblica, Il Corriere della Sera…, puedes pensar que existe un cierto control de la noticia y te fías. En cambio, si lees un periódico como aquellos ingleses de la tarde, sensacionalistas, no te fías. Con Internet ocurre al contrario: te fías de todo porque no sabes diferenciar la fuente acreditada de la disparatada. Piense tan solo en el éxito que tiene en Internet cualquier página web que hable de complots o que se inventen historias absurdas: tienen un increíble seguimiento, de navegadores y de personas importantes que se las toman en serio. […] ¿Qué debe hacer un diario? […] Tiene que convertirse en un semanal. Porque un semanal tiene tiempo, son siete días para construir sus reportajes. Si lees Time o Newsweek ves que varias personas han contribuido a una historia concreta, que han trabajado en ello semanas o meses, mientras que en un diario todo se hace de la noche a la mañana.⁴
La pregunta que Eco se hace bien puede cambiarse por «¿Qué debería hacer un medio?» y, en nuestro caso, específico, «¿Qué debería hacer un medio dedicado al cine?». En ambos, la respuesta es ética y, por lo tanto, implica una toma de postura única por parte de cada medio, cada editor o cada escritor. Un escritor debe guardar silencio y meditar antes de escribir. Escribir es una responsabilidad que implica, por una parte, intentar pensar con claridad para transmitir ideas precisas y, cuando es necesario, incluso evidenciar juegos de poder y trampas comerciales. Esto, en un medio dedicado al cine, implica, por una parte, reflexionar con profundidad sobre películas y, por otra, detenerse a observar el fenómeno industrial que siempre es el cine, encontrar su sentido, sus imbricaciones y enunciarlas o denunciarlas, según sea el caso, incluso cuando eso implica a otro medio dedicado al cine, al final, parte de la gran industria fílmica. Urge dilatarse cuando la medida es la rapidez.
¹ Gran parte de este argumento es la traducción de “DiCaprio Raped by Bear in Fox Movie”, un reportaje sin firma publicado por Drudge Report, Hollywood, 1º de diciembre de 2015. Puede leerse aquí.
² Sara Vilkomerson, “Fox Responds of Bear Rape in The Revenant”, Entertainment Weekly (en línea), Nueva York, 1º de diciembre de 2015, disponible aquí.
³ Leí mientras hacía la investigación para este texto varias notas idénticas publicadas en Estados Unidos, Nueva Zelanda y México. Dejo aquí dos ejemplos de las notas nacionales, por cierto, uno de ellos dio origen a esta reflexión:
- “DiCaprio no fue violado por un oso en el filme de Iñárritu”, Excélsior, México, 2 de diciembre de 2015, http://www.excelsior.com.mx/funcion/2015/12/02/1060888
- Luis Fernando Galván, “Estudio desmiente un informe que asegura que Leonardo DiCaprio es violado por un oso en The Revenant”, EnFilme, México, 2 de diciembre de 2015, http://enfilme.com/notas-del-dia/estudio-desmiente-un-informe-que-asegura-que-leonardo-dicaprio-es-violado-por-un-oso-en-the-revenant
⁴ Juan Cruz, “Internet puede tomar el puesto del periodismo malo”, El País Semanal, Madrid, 30 de marzo de 2015, disponible aquí. Le debo esta referencia a mi tocayo, Abel Cervantes.
Abel Muñoz Hénonin dirige Icónica y la Gaceta Luna Córnea. Imparte clases en la Universidad Iberoamericana. Coordinó junto con Claudia Curiel los libros Reflexiones sobre cine mexicano contemporáneo: Ficción (2012) y Documental (2014).
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