Río de Sapos, cine de lo desconocido
Por Gustavo E. Ramírez Carrasco | 5 de julio de 2024
Sección: Crítica
Género: DocumentalTerror
Directores: Cine antropológico cine de terror Cine documental Cine mexicano
“Zapoapan”, nombre de una localidad aledaña al famoso pueblo de Catemaco, en Veracruz, no significa “río de sapos” en náhuatl, sino “río de zapotes”, pero eso le dijeron al director Juan Nuñch y su película se quedó con ese nombre aunque en su documental no hay sapos. Lo que sí hay son ríos, mar, cuerpos de agua y animales que se sumergen en ellos; quizá también espíritus, y más puntualmente nahuales que cobran formas de seres acuáticos y aéreos, y que siempre están cerca de los humanos. Es una película de atardeceres y amaneceres de niebla, de actos mágicos que suceden bajo la luz amarillenta de las velas, y para las que, tal vez, cada quien tendrá su propia explicación. Porque en los pueblos de la región veracruzana de Los Tuxtlas, pasan cosas, y esas cosas no siempre se pueden ver y menos a través de una película. Hay que acercase mucho, y a lo mejor hasta creer.
Esa es la apuesta de Río de Sapos (2024), segundo largometraje de Juan Nuñch y para el cual un pequeño equipo de producción se adentró en Zapoapan, Zoncuantla, Catemaco y otros pueblos de la región en busca de espíritus transmutados, conjuros y hechiceros, pero sobre todo de seres humanos que encuentran en su fe un poder vital y transformador. No faltará quien diga que se trata de “cine antropológico” –aunque en la película no parece haber ni “método” ni “búsqueda científica”– sólo por el hecho de tratarse de una sumersión en la religiosidad de una otredad cultural como la de los habitantes afromexicanos de Los Tuxtlas; habrá quien hable, también, de las intenciones “místicas” de un registro que serpentea entre los rituales más profundos de la imaginería hoy sincrética de la región. Pero si algo sí se puede afirmar es que Río de Sapos es una pieza bien ejecutada de un cine donde lo sensorial habita la contemplación del trance y coquetea con el misterio (¿y el terror?), una película que al igual que su título es incierta, pero de alguna forma poderosa.
Río de Sapos tuvo su estreno mundial como parte de la sección Ahora México del Festival Internacional de Cine UNAM (FICUNAM).
Gustavo E. Ramírez Carrasco es uno de los editores de Icónica y coordina el área de publicaciones de la Cineteca Nacional. Ig y X: @gustavorami_
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