¿Qué está pasando con las revistas de cine?
Por Icónica | 5 de septiembre de 2016
Sección: Opinión
Temas: Periodismo culturalPublicaciones sobre cineRevistas de cine
El primer artículo del número 1 de la primera etapa de Icónica propone un plan de trabajo: considerar como cine a toda expresión que se valga de las imágenes en movimiento. La idea se sustenta en la etimología de la palabra cinéma, una adaptación al francés del siglo XIX de una palabra del griego antiguo, ϰίνημα (kínēma), que significa movimiento.
Esta idea nos plantó en una distancia crítica con respecto a las que nos parecían las más grandes revistas de cine: Cahiers du cinéma (París), Sight & Sound (Londres), Film Comment (Nueva York) y Positif (París). Todas tenían como base interpretativa el cine autoral, aunque algunas (las francesas) buscaban autores incluso donde no los había. Las mejores revistas vivas en ese momento, las dos anglosajonas, estaban más abiertas a pensar el cine como un fenómeno cambiante. Film Comment iba un poco más allá con un pequeño espacio dedicado al videoarte en todos sus números. Sight & Sound era la que pensaba con más claridad las industrias fílmicas, en particular la estadounidense. Y todas estaban dando un giro, siguiendo a Cahiers, hacia las series de televisión como parte del fenómeno fílmico. Pero qué tal que el giro se podía radicalizar incluyendo, como decíamos, todo tipo de imágenes en movimiento a la discusión.
A cinco años del inicio de este proyecto creemos que es fundamental hacer el ejercicio para ajustar nuestra ruta y seguir la discusión. ¿Qué está pasando con/y en las revistas de cine?
1. La mayor parte de las revistas de cine sigue basada intencionalmente o no en la dicotomía cine autoral / cine de gran comercio. Y, de hecho, dependiendo de su línea editorial se decantan hacia una esquina o la otra. Las que buscan ser proyectos comerciales más exitosos tienen la mirada puesta en Hollywood; las que se interesan en más en la idea de arte se centran en los autores.
2. La innovación más grande en la crítica fílmica está en la aceptación, ya generalizada, de las series de televisión como un ámbito del cine. Ahora lo excepcional es que una revista se niegue a cubrir este aspecto.
3. Aún son muy pocas las revistas de cine que se ocupan de temas externos a los largometrajes y las series de televisión. Incluso el documental sigue teniendo una cobertura menor. Sin embargo, en la exploración de las imágenes en movimiento en toda su amplitud está el campo reflexivo más fértil.
Ahora, independientemente de lo anterior, estas son las revistas de cine que más nos interesan, dentro de las limitantes que implican las lenguas que hablamos y los contactos que tenemos a través del globo. Lo anterior, sin contar revistas propiamente académicas:
4. Los grandes clásicos:
Cahiers du cinéma (París) es un hito en el pensamiento fílmico. La idea de que el director de las películas es su autor fue una política editorial desde su fundación. Pero en general el paradigma base de la crítica y la investigación académica dedicadas al cine surgió de esta revista. Su relevancia es tal que la aceptación generalizada de las series de televisión como un fenómeno fílmico, aunque se expresó por primera vez en el New York Times, no se extendió por los medios de comunicación hasta que Cahiers la sumó a sus intereses temáticos.
Sight & Sound (Londres) probablemente sea la revista más reconocida a nivel global en este momento. Sus listas, aunque siempre sean debatibles, se han colocado en un lugar privilegiado en la valoración de obras y realizadores. Sight & Sound es la máxima expresión contemporánea de un canon cinematográfico. Pero antes que nada tiene una sección crítica, columnas y artículos de primera calidad y publica las fichas técnicas más completas y precisas de cualquier medio, derivadas de las políticas del acervo del British Film Insitute.
Film Comment (Nueva York), publicada por primera vez en 1962, ha albergado a algunos de los críticos estadounidenses más reconocidos. Sus números, ahora bimestrales, incluyen entrevistas extensas, análisis críticos y cobertura tanto del cine más comercial como de algunas propuestas vanguardistas.
Positif (París) nació en oposición a Cahiers du cinéma. Su proyecto antes que pensar en autores se centró en las películas y en una visión más global del cine que su antítesis, centrada fuertemente en Francia y Estados Unidos, en sus inicios. Curiosamente, con el tiempo, eso redundó en el descubrimiento de algunos grandes autores. Por ejemplo, Stanley Kubrick y Krzysztof Kieślowski, recibieron atención crítica por primera vez, de parte del equipo de Positif.
Senses of Cinema (Melbourne) pretende englobar bajo el concepto de cine tanto los blockbusters como los trabajos más experimentales: parte de su labor es fomentar la aceptación de las diversas formas que puede adquirir la imagen en movimiento. Sus reflexiones oscilan entre el trabajo autoral y el contexto socioeconómico de producción y consumo del cine. Su búsqueda constante es la renovación del enfoque con el que se abordan los temas y la incorporación de nuevas plumas.
Dirigido por (Barcelona) fue fundada en los setenta, como primera publicación de la editorial homónima. Con ediciones mensuales, han desarrollado dossiers que profundizan en el análisis de los grandes cineastas y de los géneros clásicos. A partir de esto, dedican secciones específicas de acuerdo con géneros o aspectos particulares como la musicalización y el montaje de ciertas secuencias icónicas.
5. Otras revistas muy serias:
Caimán. Cuadernos de Cine (Madrid) comenzó como la versión española de Cahiers du cinéma –la cual se publicó durante cinco años– y en 2012 cambió de identidad manteniendo la línea editorial y su concepción del cine. Su crítica se detiene en el cine contemporáneo tanto español como internacional. Aborda tanto estrenos en cartelera y festivales, como programación audiovisual en museos o centros culturales desde una línea que favorece la reflexión sobre el lenguaje fílmico.
El Amante (Buenos Aires) fue el gran clásico latinoamericano durante años. Toma el cine como pretexto para hablar sobre temas sociales amplios. Además, este medio funciona como escuela y ofrece cursos para el entrenamiento de críticos profesionales o espectadores informados. Su gran fuerte son las críticas de estrenos tanto del circuito de festivales como el circuito comercial. Hace años dejó el papel para convertirse en una plataforma en línea cuyo contenido, en su mayoría, sólo es accesible por suscripción.
So Film (Londres) trata lo mismo perfiles de autores que películas contemporáneas y manifestaciones de cultura popular como series de televisión o cinematografías nacionales. Sus análisis incorporan frecuentemente momentos del proceso de producción, intentando proporcionar una perspectiva original del fenómeno fílmico.
Little White Lies (Londres), de publicación bimestral, está en búsqueda constante de las grandes películas del momento así como la revisión de ciertas trayectorias y de temáticas generales en tendencia. La puntuación que otorgan a cada cinta tiene una división innovadora por momentos: anticipación, disfrute y en retrospectiva. No sólo se enfocan en las obras, sino también en el ritual de asistir al cine y la experiencia del espectador.
Cineforum (Bérgamo) comenzó a ser publicada en los sesenta y sigue vigente. Con contenido tanto impreso como en su página web lanzada hace apenas tres años, esta revista italiana monitorea constantemente lo que sucede en el mundo del cine, además de revisar el panorama periódicamente para su anuario. Sus archivos en línea incluyen entrevistas a directores importantes, críticas y columnas.
Altyazı (Estambul) fue fundada por estudiantes de la Universidad del Bósforo (Boğaziçi Üniversitesi, en turco) hace quince años. Prestan particular atención a obras experimentales que son poco abordadas por otros medios sin dejar de atender los grandes blockbusters como fenómenos culturales. Su constante revisión de la cultura cinematográfica en su país se basa en el análisis profundo y en la incorporación constante de jóvenes críticos para colaborar.
6. Nuestras favoritas:
Blind Field (Santa Cruz) es un proyecto muy joven realizado por un equipo editorial independiente y totalmente voluntario. Su postura propone entender las tendencias contemporáneas y el imaginario cultural desde perspectivas históricas y teóricas. Sus textos sobre cine incorporan investigaciones serias y reflexiones que se proyectan más allá de los límites de la disciplina. Financiada por crowdfunding, próximamente lanzarán su primer número impreso.
Incite! (Pittsburgh) es una publicación que aborda medios experimentales. Publican textos sobre videoarte, internet y el trabajo de ciertos autores vanguardistas. Esta publicación, que acepta colaboraciones no solicitadas, es una de las propuestas actuales más arriesgadas al aventurarse en rincones poco visitados. En su primer número (otoño 2008-primavera 2009) se preguntaron algo vital sobre el arte y los medios que ha determinado el curso de sus publicaciones posteriores: ¿dónde nos encontramos?
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