Humanidad: La historia de todos nosotros

Humanidad: La historia de todos nosotros

Por | 1 de abril de 2013

Hay un modo de narrar la historia que comienza cuando unos señores denominados descubridores “incorporan” al mundo territorios siempre habitados por alguien antes de su llegada. Les siguen conquistadores, viajeros, exploradores, colonos y cartógrafos. Así desde el siglo XV se fue completando el mapa del mundo. El esfuerzo vinculador fue un esfuerzo occidental comenzado por españoles y portugueses –aunque con un antecedente en los vikingos– y llevado a culminación por los británicos.

Quienes trazaron el mapa total han narrado la historia total desde entonces, la historia eurocéntrica y anglófona, pero ahora suelen sentir culpa –una culpa sobre todo europea y académica– e intentan mirar hacia los parajes que excluyeron del gran relato. Ese sentimiento de falta ha provocado acciones en sentido contrario que últimamente se califican usando el adjetivo incluyente.

Pues bien, History Channel produjo una serie incluyente que intenta trazar una historia de la humanidad donde aparezcan quienes no aparecieron en el gran relato y que incluso tiene un rasgo único: en su versión castellana tiene participaciones de intelectuales y académicos latinoamericanos. Vemos a un mexicano hablando de los daguerrotipos así como vemos la historia de la reina Nzingha, quien después de venderles esclavos a los portugueses se reveló contra ellos, o del Sha Jahan, un hombre acaudaladísimo pero incapaz de salvar la vida de su mujer enferma.

Lo interesante son los vínculos (Nzingha manda esclavos a América, de donde se lleva sobre todo oro y plata a Europa, donde se usa, entre otras cosas, para comprar especias y otros bienes en Asia) y los vínculos están en las rutas marítimas occidentales. Igualmente, las rutas argumentales de Humanidad: La historia de todos nosotros (Mankind: The Story of All of Us, 2012) cuentan la historia “de todos” de un modo en que el papel del Viejo Mundo y Estados Unidos es central, incluso al buscar justo lo opuesto. Quizá porque la intromisión interminable de Occidente ha sido, al mismo tiempo, una curiosidad enorme y ha puesto a todos, a fin de cuentas, en el mapa, aunque no en esta serie.

 

Este texto se publicó originalmente en la primera etapa de Icónica (número 4, primavera 2013, p. 55), y se reproduce con autorización de la Cineteca Nacional.


Abel Muñoz Hénonin dirige Icónica y la oficina de Difusión y Programación para la Cineteca Nacional. También imparte clases en la Universidad Iberoamericana. Coordinó junto con Claudia Curiel el libro Reflexiones sobre cine mexicano contemporáneo: Ficción (2012).