Aristegui y los medios digitales

Aristegui y los medios digitales

Por | 2 de agosto de 2016

No fue hasta hace un par de años que me di cuenta de que mi mundo virtual era una burbuja, resultado de mi partida de México o de la ausencia de elecciones. A veces, por esta burbuja, se me olvida hasta que un familiar lejano publica comentarios pro PRI. Entonces me doy cuenta que no todos mis “amigos” en Facebook repudian al gobierno actual, o creen en la igualdad de género, el derecho a la libre expresión, el derecho al aborto, o el matrimonio homosexual (aunque al parecer hasta Enrique Peña Nieto cree que los homosexuales tenemos derecho a casarnos).

En realidad esta burbuja no es sólo atribuible a mi partida o al hecho que estemos en el año número cuatro del gobierno de Peña Nieto, nuestros newsfeeds son el resultado de complicados algoritmos que Facebook cambia constantemente. Por eso de repente dejé de ver esos comentarios del excompañero de la carrera que ahora trabaja en Televisa; por eso por un periodo la mayoría de lo que veía en Facebook eran artículos y videos de los medios periodísticos que sigo y, en general, aquello que mis amigos con ideologías similares compartían.

En junio de este año Facebook volvió a cambiar su algoritmo, esta vez para favorecer a “amigos y familiares”. No fui muy feliz con esta decisión, pero las diferentes opiniones que ahora puedo ver (particularmente de algunos familiares) son un recordatorio de mi burbuja. También son otro indicador de cómo los mexicanos consumimos noticias e información en general.

Hace unos días Carmen Aristegui publicó un video en el que denunciaba al gobierno de Enrique Peña Nieto de censura. Como bien recordarán, un par de días antes el presidente se disculpó públicamente por la casa blanca, un “error” que a cualquier otro le hubiera costado la presidencia. Resulta que MVS, no satisfecho con el despido de Aristegui, estaba demandando a la periodista por el libro titulado La Casa Blanca de Enrique Peña Nieto, cuya investigación —realizada por los periodistas Rafael Cabrera, Sebastián Barragán, Irving Huerta y Daniel Lizárraga— inició cuando aún trabajaba para la estación de radio. Unos días después se publicó un artículo en el que Ricardo Cayuela Gally, el director editorial de Penguin Random House en español para México, Estados Unidos, Centroamérica y Cuba, acusaba, al igual que Aristegui, a MVS de censura. La demanda pide que «se retire el prólogo de circulación, y por lo tanto, la obra».

Pero el hecho de que Aristegui decidiera comunicar lo que estaba sucediendo a través de un video habla a leguas sobre cómo está evolucionando la forma en la que consumimos información. No tiene más de dos años que AJ+ (el brazo digital de Al Jazeera) lanzara su app y con ello sus diferentes perfiles en medios sociales. Sus videos cortos, en muchos casos bien diseñados y editados, son la nueva moda en el mundo periodístico. Para buenas o malas, otros medios no tardaron en seguir la corriente, añadiendo subtítulos para que puedas enterarte de la noticia de último momento sin siquiera tener que ponerte audífonos.

Aunque algunas historias merecen mucho más que un video de dos minutos, las nuevas técnicas de los medios digitales no pueden ser ignoradas. No es por nada que los jóvenes prefieran consumir noticias a través de las redes sociales. En Estados Unidos el 61% de los millennials consume sus noticias mediante Facebook, a comparación de los baby boomers, que aún consumen la mayor parte de sus noticias a través de la televisión. De hecho, no recuerdo la última vez que entré a la página de una publicación para ver cuáles eran las historias del día. Si no lo publican en Facebook es como si no existiera.

Pero en México las cifras son diferentes, de acuerdo al INEGI, durante el segundo trimestre de 2015, el 57% de la población de seis años o más se declaró usuaria de Internet. El 70% de estos usuarios tiene 35 años o menos. Comparemos esta cifra con el 88% de estadounidenses que tiene acceso al internet. Por supuesto, el tener acceso al internet no lo hace a uno más informado, el mejor ejemplo es el apoyo que Donald Trump ha recibido. Sin embargo, el tener acceso a internet sí hace que veamos menos tele. En general, los mexicanos ahora consumen menos noticiarios televisivos. Lo cual me hace regresar a la pregunta inicial, ¿cómo consumen las noticias los mexicanos y cómo evitar estas burbujas ideológicas? La respuesta es simple, los mexicanos aún escuchan la radio. Por eso, el haber despedido a Aristegui de la radio fue el mayor acto de censura.

En cambio, escribir un libro sobre la casa blanca es sin duda, una de las peores formas de informar al público. Es algo que cualquier periodista con una historia de esa magnitud hubiera hecho, pero si su propósito es informar al público mexicano, hubiera sido más exitoso pegar letreros por todo el país de la misma forma en que lo hacen delegados de la Ciudad de México cada vez que hay elecciones.

No quiero sonar como si me molestara que Aristegui haya publicado un libro sobre la casa blanca: me da gusto y probablemente lo voy a leer, pero los únicos que vamos a leer ese libro somos los que ya seguimos su página. En general aquellos que no necesitamos que nadie nos convenza de que el presidente cometió un acto de corrupción. Lo que necesitamos es que Aristegui regrese a la radio. Y que, de pérdida, por el momento, siga con su labor radiofónica, incluso si es en forma de podcasts aunque los únicos que la escuchemos seamos los mismos de siempre…


Aurora Tejeida tiene una maestría en periodismo de la Universidad de Columbia Británica. Colabora en varios medios canadienses y mexicanos.