The Last of England
Por José Antonio Valdés Peña | 1 de septiembre de 2012
Sección: Crítica
En lo que a Derek Jarman se refiere, el cinéfilo mexicano padece una cruel hambruna. De su obra fílmica, compuesta por trece largometrajes, sólo Caravaggio (1986), una nada convencional biopic dedicada al genio pictórico italiano –cuyo magistral manejo del claroscuro inspirara las imágenes conseguidas por la cámara del mexicano Gabriel Beristáin– llegó a salas. Algunos años después pudieron verse en VHS o por transmisión en la televisión cultural otras dos de sus cintas, Eduardo II (Edward II, 1991) y Wittgenstein (1993). Se trataba de filmes en los cuales se atisbaba un autor rabiosamente personal que plasmaba en imágenes influencias poéticas, literarias y plásticas con angelical armonía. Despreciado por el régimen thatcherista a causa de su homosexualidad y oposición al conservadurismo de la época, Jarman (Nortwood, 1942 – Londres, 1994) es resucitado por Kino Lorber en una colección remasterizada que reúne lo mejor de su obra.
The Last of England (1987) es uno de sus filmes más personales. Su actriz fetiche, Tilda Swinton, encarna a una mujer que recorre una Inglaterra devastada por la guerra, el hambre y el odio. Estos escenarios de pesadilla se yuxtaponen a viejas películas caseras del propio cineasta con su familia en tiempos más felices. Resuenan entre los diálogos fragmentos poéticos de Allen Ginsberg y T.S. Elliott, entre otros. Pero no se trata de una mera demostración de soberbia intelectual: para Jarman, el filme expresaba subjetiva, apasionadamente, enfrentando el presente y el pasado, sus emociones encontradas hacia un país en plena descomposición social, destruido por la ambición y azotado por pestes modernas (Jarman falleció, víctima de complicaciones por el VIH, teniendo como residencia un refugio cerca de la planta nuclear de Dungeness). Pocas películas son capaces de transmitir tal decepción hacia la tierra natal como ésta. Sólo quedará el arte, esparcido como cenizas en el aire, entre lo que algún día se llamó civilización.
Este texto se publicó originalmente en la primera etapa de Icónica (número 2, otoño 2012, p. 54) y se reproduce con autorización de la Cineteca Nacional.
José Antonio Valdés Peña es jefe de la Redacción del área de Publicaciones y Medios y vocero del área de Programación de la Cineteca Nacional. Conduce la sección “Miradas al cine” del noticiero matutino de Canal Once e imparte clases en el Centro de Estudios en Ciencias de la Comunicación.
Entradas relacionadas
El círculo preciso de los días perfectos
Por Jaimar Marcano
2 de mayo de 2024Tan cerca de las nubes. Futbol contra el patriarcado
Por Gustavo E. Ramírez Carrasco
25 de abril de 2024La quimera de Alice Rohrwacher: El pasado presente
Por Diego Barboni
11 de abril de 2024Tres hermanos
Por Israel Ruiz ArreolaWachito
4 de abril de 2024Fuego interior: ¿El sueño de Herzog?
Por Gustavo E. Ramírez Carrasco
19 de marzo de 2024Donde duermen los pájaros
Por Israel Ruiz ArreolaWachito
12 de marzo de 2024