Scorsese, Marvel, etc.

Scorsese, Marvel, etc.

Por | 24 de octubre de 2019

Avengers: Endgame (Marvel, 2019).

Una vez más todos estamos dándoles clic a noticias espectaculares, en este caso a los grandes directores anglosajones atacando a las películas de Marvel. Una vez más hay periodistas preguntándoles qué piensan para conseguir la nota y para que nosotros la leamos. Así funciona lo noticioso. Recordémoslo para intentar no morder el anzuelo.

¿Marvel hace cine o no hace cine? Martin Scorsese dice que noFrancis Ford Coppola que no sólo eso no es cine, sino que además es despreciable; Ken Loach –mucho más sofisticado– que Marvel hace mercancías, hamburguesas, sólo para obtener beneficios económicos. Obviamente los directores involucrados defienden su trabajo[1] y, bueno, hay millones de personas que no sólo piensan que esto es cine sino que es el cine.

En principio a mí me entristece que sigamos con la división bizantina que valora a los directores-autores y desprecia al cine popular, pero que ingenuamente pensé ya rebasada. Al mismo tiempo, me inquieta sinceramente el empobrecimiento general del cine más espectacular de Hollywood. Y sin embargo creo que podemos llevar la reflexión más allá, tomando en cuenta que lo que estamos viendo es una lucha de dos polos de poder.

Quitemos a Ken Loach de en medio primero. Scorsese y Coppola son representantes del más grande cine de comercio de Estados Unidos, un cine que quiso y logró ser tanto popular como personal. Marvel es una marca de Disney, que en este momento es el ente mediático más exitoso de Occidente. Pero si agregamos a Ken Loach, la cosa cambia porque es europeo y, junto con Scorsese y Coppola, pertenece al gran circuito de los festivales de cine.

Lo anterior nos deja con dos muy grandes conglomerados económico-simbólicos: Hollywood y el circuito global de festivales. Un statu quo contra otro. Y pues no hay mucho más que decir: los festivales apuestan a que el director-autor que nos revela algo es el único capaz de crear cine de valía –los artistas son nuestros héroes y nuestros profetas–, con lo que refuerzan el valor más simbólico que económico de su ámbito. Y bueno, Disney hace hamburguesas y, con ellas, dinero.

Pero si agregamos al espectador y recordamos que el espectador es un ente activo más allá de las lógicas validadas por la clase ilustrada –que es otro círculo de poder–, que se apropia de los contenidos y los transforma, que cuando quiere los reflexiona y cuando no no, que encuentra en la emotividad y la emoción formas de sentido equivalentes a las formas contenidas y a las ideas elaboradas que quienes gustamos del cine de arte valoramos, la cuestión se complejiza. Los espectadores podemos encontrarnos entre nosotros, pase lo que pase entre los grupos de poder.

Y aún más, si le hacemos caso a Liam Burke, notaremos que lo más extraño del cine-Marvel es que es una intermediación:[2] es cine construido desde una lógica que ha funcionado por décadas en los cómics. En este sentido es totalmente nuevo y no tiene correlato ni con los cines autorales ni con lo que eran los blockbusters hasta hace muy poco. Nuestras categorías de cine, como en muchos otros aspectos –típicamente la indefinición entre cine y televisión–, ya no nos están alcanzando en el momento de cambio de paradigma más grande desde la legitimación de la política de los autores hace 70 años.

Por otra parte, decir “esto es el cine; esto no”, es una discusión provinciana, donde sólo cuentan los ejes Hollywood/festivales, o sea, Occidente. En la India la gente interviene en las películas (canta, baila, pide que se repitan secuencias), por ejemplo; en Nigeria hay comunidades donde algunas películas se ven en un teléfono a la sombra de un árbol y donde hay cortos diseñados específicamente para verse en los trayectos de autobús.

Lo relevante siempre es la pregunta por el cine, que, como todo lo que vale la pena, no tiene respuesta.


Abel Muñoz Hénonin dirige Icónica e imparte clases en la Escuela Superior de Cine, la Universidad Iberoamericana y el Centro de Capacitación Cinematográfica. Estudia el doctorado en Filosofía, Arte y Pensamiento Social en la Escuela Europea de Postgraduados. Coeditó con César Albarrán Torres el dossier “Latin American Cinema Today: An Unsolved Paradox” de Senses of Cinema 89 (diciembre 2018). @eltalabel


[1] Un botón de muestra que merece una discusión aparate:

[2] Según Dick Higgins las artes y los medios son intermediáticos cuando incorporan un elemento constitutivo de otra arte u otro medio a su propia configuración (“Intermedia”, Leonardo volumen 34, número 1, MIT Press, Cambridge (Massachusetts), 2001, pp. 49-54).