Israel Ruiz Arreola forma parte del equipo editorial de la Cineteca Nacional desempeñándose como investigador especializado.
Love
Por Israel Ruiz Arreola | 15 de abril de 2016
Sección: Crítica
Temas: Comedia románticaJudd ApatowLoveNetflixPaul RustSeries de televisión
A principios de año Netflix lanzó su primera comedia romántica en formato televisivo, Love. Creada por Judd Apatow, Paul Rust y Lesley Arfin, la serie presenta el proceso de construcción de la relación amorosa entre Mickey (Gillian Jacobs) y Gus (Paul Rust). La primera temporada se centra principalmente en la vida de sus protagonistas de manera separada, antes de afianzar definitivamente un vínculo afectivo entre ambos. Es así que a medida que transcurren los capítulos, nos enteramos de que él es un ñoñazo a quien acaban de cortar; que trabaja como tutor en un estudio televisivo de Los Ángeles y que le gusta componer junto con sus amigos canciones con títulos de películas. Y ella es una alcohólica y drogadicta con un largo historial en decepciones amorosas que labora como asistente en una estación de radio. En resumidas cuentas, se trata de la historia de una pareja dispareja que comenzará tener sus queveres en el amor.
De los tres creadores del programa, Judd Apatow es el que tiene más experiencia en el terreno. En Estados Unidos, por lo menos, es reconocido como un peso pesado de la comedia. Es director y escritor de Virgen a los 40 (The 40-Year-Old Virgin, 2005), Ligeramente embarazada (Knocked Up, 2007), Siempre hay tiempo para reír (Funny People, 2009), entre otras, y productor de la serie Girls (Lena Dunham, 2012 a la fecha). En esta ocasión únicamente se limita a escribir y producir el show. He de confesar que sólo he visto dos de las películas mencionadas y Esta chica es un desastre (Trainwreck, 2015), cinta que dirigió apenas el año pasado, pero puedo decir que se nota cierto estilo particular en su forma de hacer comedia. Así como en las cintas mencionadas, en Love abundan los chistes sobre el sexo, la ridiculez y complejidad de las relaciones amorosas, la cultura pop gringa, las crisis personales, etc. Se trata de un humor muy estadounidense, pues, soso y absurdo en muchos sentidos pero coherente con su objetivo: reírse a costa y con la idea romántica del amor. Los diez capítulos de la serie –cuya duración varía entre los 26 y 45 minutos- están estructurados alrededor de este tipo de humor, haciendo llevadera la trama. En cuestión de risas, por lo menos, la cuota está pagada.
Sin embargo, esta primera temporada no consigue nada más de lo que una comedia de este tipo puede conseguir en forma de largometraje. No se me malinterprete, la serie logra ser entretenida por momentos y logra dejar en claro un aspecto: se trata de personajes orillados a una soledad con sabor a fracaso afectivo. Sin embargo, eso lo consigue desde el primer episodio y en consecuencia el resto de la serie se torna redundante en la narración; se sobreexpone a los personajes; existen situaciones que salen sobrando y no queda muy claro cuál es la particularidad de esta relación. Tampoco es cierto que quiera reinventar al género ni que se haga preguntas trascendentales sobre el amor. Hay una sensación de vacío en el personaje de Mickey que tal vez podría servir para ahondar en el tema, sin embargo, el vacío se extiende a la serie misma, la cual parece muchas veces perdida dentro de sus propias premisas. Tal vez sea demasiado pronto para hablar de Love como un conjunto, pero una vez vista la primera temporada podemos decir que el título le quedó grande.