El cine de terror es uno de los géneros más complejos de la disciplina. Producir horror en el público es un reto mayúsculo, ya que se debe echar mano de talento formal (iluminación, maquillaje, pero también de música o montaje) y de inteligencia para ofrecer historias innovadoras. Icónica seleccionó las 50 películas más terroríficas de la historia basándose no sólo en los sustos que producen sino también en los recursos estéticos que utilizan. Lo que hoy nos genera horror puede que no lo haga en el futuro. No obstante, estas cintas sobrevivirán porque detrás del miedo proyectan ideas trascendentales sobre las relaciones personales o la existencia humana. Presentamos la primera parte de esta lista. El orden de aparición es cronológico. 

Puedes leer la segunda parte de esta lista aquí.

50. El gabinete del Doctor Caligari (Das Kabinett des Dr. Caligari, Robert Wiene, 1919)

Considerada la primera película del expresionismo alemán, esta cinta de fotografía, escenarios y actuaciones deslumbrantes narra la relación entre el Doctor Caligari (Werner Krauss) y su sonámbulo amigo Cesare (Conrad Veidt), involucrados en una serie de misteriosos asesinatos. El gabinete del Doctor Caligari retrata magníficamente los tiempos de turbulencia que vivía Alemania luego de la Primera Guerra Mundial. Una película impresionante no sólo dentro del género sino en la historia de la disciplina.

 

49. Nosferatu, una sinfonía del horror (Nosferatu, eine Symphonie des Grauens, Friedrich Wilhelm Murnau, 1922)

La anécdota es conocida: Murnau quiso adaptar Drácula de Bram Stoker, pero la viuda no se lo permitió. Entonces se basó en este clásico de terror haciendo ligeros cambios y modificando su título. El resultado es una de las entregas más emblemáticas del expresionismo alemán y uno de los filmes más trascendentes de la época. Entre sus méritos se puede mencionar una estupenda fotografía y la construcción de un personaje inquietante.

 

48. Vampyr (Carl Theodor Dreyer, 1932)

Un juego de sombras espeluznante. Esta producción franco-alemana es una de las más terroríficas de la historia. Gran parte de la narrativa se desenvuelve en un fúnebre castillo y sus alrededores, donde el amante de lo sobrenatural Allan Grey (Nicolas de Gunzburg) se hospeda durante varios días. Su estancia se vuelve tormentosa cuando se ve envuelto en sucesos inexplicables y padece visiones que le atrapan en una pesadilla eterna. La raíz del miedo: un ser con características vampíricas. El trabajo de Dreyer construye una atmósfera oscura que deambula entre la realidad y los delirios del inconsciente. Una cinta donde cada cuadro fue cuidadosamente elaborado, como una obra de arte.

 

47. Fenómenos (Freaks, Tod Browning, 1932)

La película más popular de Tod Browning retrata la historia de una serie de personajes que, afectados por una malformación, son rechazados por la sociedad. Fenómenos es una historia de horror, sí, pero también una reflexión sobre la discriminación. Una mujer normal engaña a un enano para quedarse con su fortuna. Sin embargo, un grupo de amigos la hechiza, convirtiéndola en uno de ellos. Esta película fue censurada en distintos países por tener en su reparto a personas con malformaciones reales.

 

46. Los muertos vivientes (Invasion of the Body Snatchers, Don Siegel, 1956)

Desde sus inicios, el cine de ciencia ficción ha sido el escenario ideal para historias extraordinarias. En un poblado de Estados Unidos, un grupo de científicos ha logrado sustituir a las personas por réplicas gestadas en vainas gigantescas. Para detener la epidemia, el Dr. Miles Bennell (Kevin McCarthy), único sobreviviente, debe escapar y contar su historia al mundo. Esta cinta es una crítica a la manipulación en tiempos donde los medios de comunicación de masas eran un instrumento importante de control ideológico. Siegel presenta una cinta con momentos plagados de suspenso, la raza humana convertida en un personaje aterrador.

 

45. La hora del lobo (Vargtimmen, Ingmar Bergman, 1967)

La hora del lobo es la hora del terror. Una pieza extraña en la filmografía de Bergman, interesada en la meditación, la religión y la moral. Una obra que deambula entre lo ominoso y lo onírico. Esta pieza en blanco y negro inauguró una forma de terror plasmada a través de una fotografía sumamente cuidada, un recurso que ha sido explotado con resultados desiguales en el género.

 

44. El bebé de Rosemary (Rosemary’s Baby, Roman Polański, 1968)

La historia de este clásico de terror es conocida: el matrimonio integrado por Rosemary (Mia Farrow) y Guy Woodhouse (John Casavettes) se muda a la ciudad de Nueva York llenos de esperanza; pero sus siniestros vecinos les tienen preparada una sorpresa. A cambio de un futuro promisorio en la carrera de teatro de Guy, quieren que Rosemary engendre al hijo del Diablo. Basada en la novela homónima de Ira Levin, esta película usa espléndidamente los recursos cinematográficos para proyectar sentimientos inquietantes, entre ellos la cámara en mano, un ritmo de montaje vertiginoso y una estructura narrativa tan solvente como interesante.

 

43. La noche de los muertos vivientes (Night of the Living Dead, George A. Romero, 1968)

La noche de los muertos vivientes adquirió relevancia no sólo por su atractiva historia –un pueblo estadounidense se ve sorpresivamente invadido por zombis–, sino también por sus implicaciones políticas –un hombre negro rescata a la mayoría de las víctimas, pero no es recompensado por ello. Aunque ésta no es la primera aparición de zombis en el cine, sí fue la piedra angular que marcó el devenir de este subgénero tan apreciado en nuestros días.

 

42. El exorcista (The Exorcist, William Friedkin, 1973)

Nominada a 10 premios Óscar, El exorcista cuenta la historia de una adolescente (Linda Blair) que sufre una extraña enfermedad. Luego de ser examinada por científicos renombrados, descubren que en realidad un demonio la posee. A través de actuaciones destacadísimas, entre las que se pueden mencionar la de Ellen Burstyn (que interpreta a la madre de la niña), Jason Miller y Max von Sydow (los sacerdotes que efectúan el exorcismo), una fotografía deslumbrante y un guión que se desarrolla sin tropiezos, esta película se convirtió en un verdadero clásico del género.

 

41. La masacre de Texas (The Texas Chain Saw Massacre, Tobe Hooper, 1974)

Este clásico de terror, que ha generado un puñado de remakes y una vasta cantidad de películas con un argumento parecido, retrata la vida de una familia que mata gente por placer. Escrita, producida y dirigida por Tobe Hooper, La masacre de Texas centra su poder en un asesino enmascarado (interpretado por el recientemente fallecido Gunnar Hansen) que usa como herramienta principal una motosierra eléctrica. Sangrienta, violenta y demoledora, se trata de una cinta sumamente perturbadora, cuya figura principal está basada parcialmente en el mítico Ed Gein.

 

40. Rojo profundo (Profondo rosso, Dario Argento, 1975)

Horror y estética se unen para dar forma a uno de los grandes clásicos del cine giallo proveniente de Italia. Similar a las novelas policiacas de los años 70, este thriller cuenta la pesadilla que vive el pianista Marcus Daly (David Hemmings) cuando es testigo del asesinato de la telépata Helga Ullman (Macha Méril). Obsesionado con encontrar al asesino, se convierte en el protagonista de una persecución riesgosa: cada paso hacia la verdad también lo acerca a la muerte. Argento dirige una cinta en la cual el argumento es sólo un pretexto para aprovechar al máximo los recursos formales: escenarios de un rojo sangre intenso, elementos sonoros enfáticos, miradas desconocidas y movimientos de cámara acelerados construyen una atmósfera intrigante.      

 

39. La profecía (The Omen, Richard Donner, 1976)

La relación de los niños con fenómenos sobrenaturales ha sido un tema recurrente en el cine de horror. Las pautas para el manejo de esta temática pueden encontrarse en esta cinta de Richard Donner. Katherine Thorn (Lee Remick) pierde a su hijo al momento de dar a luz pero nunca se entera, ya que su esposo (Gregory Peck) lo sustituye por un niño huérfano. El secreto se convierte en una pesadilla, pues en sus manos se encuentra el hijo del diablo, que vino a cumplir una terrible profecía. La tensión narrativa creciente devela paulatinamente la maldad del infante. Los geniales recursos sonoros de esta cinta le otorgaron un Óscar.

 

38. Martin (George A Romero, 1977)

Una historia sobre el vampirismo como trastorno y no como condición específica sobrenatural. Martin (John Amplas) es un adolescente reservado con severos problemas mentales; su psicopatía le hace creer que es un vampiro, y cada noche mata mujeres jóvenes para chuparles la sangre. Aunque la filmografía de Romero se ha construido mayormente en torno a la figura del zombi, en esta película opta por encontrar el terror que habita dentro del individuo. Romero crea uno de los clásicos que impulsaron el terror psicológico: la distorsión de la realidad es llevada a niveles inimaginables.  

 

37. Fantasma (Phantasm, Don Coscarelli, 1979)

El cine de horror de finales de los años 70 se caracterizó por construir escenarios terroríficos sin necesidad de efectos especiales o ajustes digitales complejos. Fantasma cuenta la historia de Mike (Michael Baldwin), un adolescente huérfano que ve a su hermano mayor (Bill Thornbury) alejarse para continuar con su vida sin él. Las cosas cambiarán cuando comienzan a investigar los extraños sucesos que se presentan en un cementerio. El filme de Coscarelli recupera algunos recursos formales del cine giallo y aprovecha cada cuadro para construir atmósferas misteriosas y oscuras.

 

36. Alien, el octavo pasajero (Alien, Ridley Scott, 1979)

Dentro de una nave espacial que va de regreso a la Tierra, un grupo de siete exploradores despierta antes de lo previsto. Todo transcurre con normalidad hasta que descubren una criatura alienígena que intenta asesinarlos. Esta película ha sido tema de conversación de distintos pensadores, como el esloveno Slavoj Žižek, quien ha reflexionado sobre los significados políticos y económicos de este monstruo que adquiere la forma del cuerpo donde se incuba. Un filme misterioso y cautivador.

 

35. Holocausto caníbal (Cannibal Holocaust, Ruggero Deodato, 1980)

En la selva amazónica, las tribus de aborígenes que practican el canibalismo son una leyenda temida pero atractiva para el morbo. Por ello, cuatro documentalistas se aventuran a ingresar en dichas comunidades para terminar encontrándose con una realidad que jamás imaginaron. El horror queda registrado para advertir sobre las consecuencias de invadir lo desconocido. Esta cinta ha sido una de las más controvertidas debido al aterrador realismo de sus escenas. Deodato fue enjuiciado ante la posibilidad de haber mostrado muertes reales en pantalla y la cinta fue censurada en diversas partes del mundo por la crudeza de sus efectos visuales. Sin embargo, todo el escándalo fue producto de su estrategia de mercadotecnia y un montaje de gran calidad.

 

34. Viernes 13 (Friday the 13th, Sean S. Cunningham, 1980)

Jason Voorhees, uno de los asesinos seriales más desquiciados de la historia del cine, tuvo su primer aparición en esta cinta de los años 80. En el campamento del Lago Crystal, una serie de situaciones violentas han terminado con la vida de distintos jóvenes. Esta aterradora historia ha sido objeto de más de 10 remakes o episodios distintos en los cuales el sangriento protagonista juega con la mente de sus víctimas a partir de laberintos inteligentes. El miedo que se construye en cada escena la ha convertido en uno de los clásicos que continúan aterrorizando a quienes se acercan a conocer la mente del asesino.

 

33. El resplandor (The Shining, Stanley Kubrick, 1980)

Basada en la novela homónima de Stephen King, esta cinta explora los misteriosos laberintos de la esquizofrenia en soledad. Jack Torrance (Jack Nicholson) es un escritor que consigue trabajo como vigilante en el hotel Overlook. Su labor es aparentemente sencilla: mantenerse cuerdo durante todo el invierno mientras cuida las instalaciones que permanecen cerradas durante temporada baja. Sin embargo, la inmensidad del espacio lo enloquece y su familia se ve atrapada en una tragedia. Esta cinta posee algunas de las escenas más significativas del cine de horror –como la de las gemelas recorriendo los pasillos del hotel de forma perturbadora–, y una banda sonora excepcional, que integra piezas musicales de dos compositores que vivieron el horror en carne propia: György Ligeti y Krzysztof Penderecki.

 

32. El despertar del Diablo (The Evil Dead, Sam Raimi, 1981)

Una película de culto. Cinco adolescentes acuden a una cabaña y activan un maleficio proveniente de un misterioso libro. A pesar de su bajo presupuesto, The Evil Dead echa mano de todo tipo de recursos cinematográficos sencillamente deslumbrantes: entre ellos, la vertiginosa cámara en mano y el espléndido ritmo de montaje (en el que participó Joel Coen). Uno de los puntos más altos que ha alcanzado el cine de serie B.

 

31. El más allá (E tu vivrai nel terrore – L’aldilà, Lucio Fulci, 1981)

Un terrible asesinato y un conjuro satánico abren la puerta para que se establezca un vínculo entre el mundo material y el más allá. Años más tarde, una mujer intenta abrir un hotel en el lugar donde se llevaron a cabo estos acontecimientos, desatando un pandemónium. La segunda película de la trilogía de Fulci sobre las puertas del infierno fue censurada en varios países por sus imágenes violentas.

 

30. La cosa (The Thing, John Carpenter, 1982)

En la Antártida un grupo de investigadores estadounidenses descubre un extraño agente que se mete en los cuerpos vivos para devorarlos y duplicarlos. «La cosa» muta, adaptándose a cualquier organismo, provocando además descontrol y sospechas al interior del grupo. Las imágenes de Carpenter bien pueden emparentarse con el ingenio del mejor Cronenberg: criaturas horripilantes que producen violencia, sangre, dolor.

 

29. El ansia (The Hunger, Tony Scott, 1983)

Una vampiresa interpretada por Catherine Deneuve busca a un acompañante que esté a su lado durante sus próximos años de vida, luego de abandonar al anterior, un frágil y misterioso hombre encarnado por David Bowie. Este clásico muestra el lado B de los vampiros, típicamente representados como seres poderosos y fríos. Una rara joya en la filmografía de Tony Scott, más concentrada en la política y la acción que en el terror.

 

28. Re-Animator (Stuart Gordon, 1985)

El cine y la comedia nunca habían alcanzado un punto tan alto. Un estudiante de medicina (Jeffrey Combs) lleva a cabo una serie de experimentos para conseguir una sustancia reanimadora. Pero las consecuencias son fatídicas. Basada en un relato de H. P. Lovecraft, esta cinta es un excelente ejemplo del terror que se puede conseguir mostrando escenas sangrientas y violentas.

 

27. La mosca (The Fly, David Cronenberg, 1986)

La primera parte de la carrera de David Cronenberg es una recolección de las imágenes más espeluznantes del cine contemporáneo. La mosca está basada en la película homónima de los años sesenta: un científico inventa una máquina de teletransportación, sin embargo, en uno de sus viajes fusiona su propia configuración molecular con la de una mosca. La transformación física del protagonista proyecta reflexiones de todo tipo alrededor de la discriminación de las personas diferentes, los celos y la esencia humana.

 

26. Hellraiser, puerta al infierno (Hellraiser, Clive Barker, 1987)

La moral y el placer. El sadomasoquismo y la culpa. Este clásico cuenta la historia de un hombre que muere en situaciones extrañas, y regresa del otro mundo para  saldar deudas pendientes. La película fue a tal grado exitosa que generó una franquicia que también incluyó cómics. Actualmente se habla de un posible remake.

 

Puedes leer la segunda parte de esta lista aquí.